El fomento del acercamiento a la naturaleza que se promueve desde hace mucho tiempo desde entidades educativas y medioambientales públicas o privadas, pretende principalmente la sensibilización de la población con el fin de garantizar un aumento de la cultura de respeto y conservación. Junto a la Educación Ambiental que se dirige al sistema educativo, profesores y alumnos, existe otra disciplina que es la Interpretación que en sentido amplio abarca tanto el Patrimonio Cultural, como el Natural y se dirige al público en general. La Interpretación es: “El arte de acercar al público al medio que visita, con el fin de incrementar la conciencia del visitante acerca de la importancia de su interacción con ese medio y despertar en él un deseo de contribuir a su conservación”. (Don Aldridge). Esta aproximación se puede realizar con diferentes instrumentos, siendo la forma más adecuada y de mayor efecto la que realiza una persona, el interprete en presencia del objeto a interpretar. Es sin duda esta forma la que da unos mejores resultados en cuanto a los objetivos que se pretenden. Sin embargo esto no es siempre posible, dado que muchos visitantes del medio se aproximan a él de forma no organizada y no disponen en su visita de ese guía-interprete. De aquí surge la posibilidad de disponer en los recorridos o senderos que orientan a los visitantes de medios interpretativos, como paneles o folletos que puedan ser consultados y que sustituyan al interprete.
¿De qué manera deben realizarse y disponerse en el medio, estos elementos interpretativos? Empezando por esto último, cuando se trata de paneles o mesas interpretativas, estos no deben colocarse de forma que entorpezcan la visión de lo que se pretende interpretar, ni provocar un impacto visual o paisajístico que suponga un rechazo por el visitante. En determinados lugares de gran valor natural o paisajístico debe evitarse colocar estos elementos, que se situaran en los puntos de mayor afluencia de público. De esta forma se limita su impacto, al mismo tiempo que se asegura llegar al mayor número de de personas que se puedan interesar por ellos.
En cuanto a los contenidos se deben seguir las pautas que se contienen en los objetivos de la interpretación. Un primer criterio es que el panel debe contener aspectos del objeto a interpretar sin reproducirlo. No se debe colocar una foto de lo que nuestro ojos ya ven, salvo que se reinterprete esa foto con detalles que el ojo no perciba directamente. Usar ilustraciones es un recurso que permite mucho mejor la interpretación. Y en cuanto a los mensajes de texto, deben limitarse lo más posible dado que se ha comprobado que se leen muy poco, generalmente los títulos y poco más. De ahí que el mensaje aunque sea breve debe ser impactante y provocar que se siga leyendo. Utilizar varios niveles de lectura, con diferentes tamaños de letra es un recurso que suele resultar efectivo. Pero es importante no colocar, “libro de texto” esperando que alguien se los vaya a estudiar en su visita a la naturaleza.
El mensaje del panel interpretativo, según Jorge Morales, debe tener las siguientes características:
- Llamar la atención del visitante.
- Mantener el interés (al público le da tiempo de captar el mensaje
- Asegurar la comprensión de lo que se comunica (mensaje claro)
- A veces provocar una acción específica en el comportamiento del visitante.
- Tener credibilidad: la información es correcta. Un mínimo error influye negativamente en la impresión que recibe el visitante.
- Ser breve. Es mejor decir poco que demasiado.
Las pautas que se establece en toda interpretación del medio, sea de forma personal o con medios artificiales, paneles o folletos, son que ésta debe ser trascendente, objetiva personalizada y provocadora. Si aplicamos estas pautas a nuestros paneles interpretativos lograremos avanzar en nuestro mensaje de sensibilización y respeto por la naturaleza.
Julio Verdú Castro. Jefe de Área de Equipamientos de Educación Ambiental. Dirección General de Medio Natural. Gobierno de La Rioja